Hikaru no Go

Mi primera entrada en este blog se la voy a dedicar a este magnífico anime, Hikaru no Go, simplemente excepcional.
Mira que ver una serie de 75 capítulos más una película echa pa'trás al más pintado, pero bueno, me animé, me dije a mí misma "ahora o nunca" y comencé a verla. Y vaya sorpresa, suponía que sería buena... pero no tan buena. Especialmente los últimos capítulos, que te dejan el corazón en un puño.
Para quien no sepa de qué va, decir que es el protagonista es un chaval llamado Hikaru Shindou que va a sexto de primaria (12 años) que se encuentra un tablero de Go (el Go es un juego de estrategia de reglas más sencillas que el ajedrez pero extraordinariamente difícil de llegar a dominar). Entoces se le aparece un espíritu, Sai, que era el de un antiguo maestro de Go que amaba tanto este juego que incluso tras su muerte quería seguir jugando.
Al principio la serie es simplemente entretenida, vas conociendo personas y más personas que tendrán una mayor o menor relevancia en la vida de Hikaru. La más imporante de ellas será Akira Touya, un chico que a pesar de tener su misma edad es ya un auténtico maestro del Go. Pero según avanza la serie e Hikaru va creciendo la trama va poco a poco cambiando y tornándose más oscura sin que te des apenas cuenta, llegando a un punto de no retorno (quien haya visto la serie sabrá a cuál me refiero) simplemente magistral. Es a partir de ese momento cuando podría decirse que Hikaru se hace adulto y empieza a tomar de verdad sus propias decisiones.
El guión es una auténtica maravilla, fluye sin darte cuenta y tiene giros auténticamente asombrosos, nunca sabes realmente cómo acabará una partida. Pero lo más impresionante es el desarrollo de Hikaru, el como cambia por el tiempo y por las personas que le rodean, tanto a en su juego como en su personalidad. Ves como la presencia de Sai afecta a toda su vida y como el propio Sai se ve influenciado a su vez por la personalidad de Hikaru.
Pero esta no es una serie mascada y digerida, no te lo dan todo explicado. Ni tampoco los sentimientos de los distintos personajes son más simples que un cubo, como pasa en casi todas las series de anime. Duda, miedo, envidia, amor, admiración,... un conjunto de emociones entremezcladas y que se producen al mismo tiempo, tal y como sucede en la vida real. Y es que realmente le llegas a tomar muchísimo cariño a algunos de ellos y cuando la serie acaba te queda una sensación de vacío muy difícil de definir, te parece mentira que sólo sean personajes de anime.
Por cierto, que esta serie está basada en un manga guionizado por la autora Yumi Hotta (supervisado por un 5º dan en Go) y dibujado por Takeshi Obata. Son 23 volúmenes que finalizan poco después de la película y cuyo desenlace es poco menos que sorprendente.
Sin lugar a dudas este anime se ha colocado por méritos en lo más alto de mi "top ten" particular. De hecho creo que sólo lo superaría Full Metal Alchemist, para muchos la mejor serie de animación de todos los tiempos. Es más, ambas series tienen un punto en común, su protagonista. Es imposible no comparar a Hikaru con Edward, tienen demasiadas similitudes, ¡incluso se dan un aire en el estilo de dibujo!
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home